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jueves, 30 de septiembre de 2010

Tecnoetica

Tecnoética

Tecnoética no viene de ética tecnológica, sino de la palabra griega noetikos, que significa mente. Por lo tanto, tecnoética representa el punto de encuentro de la tecnología y la mente. El encuentro de la física de la información con la biotecnología, una forma de cultura post-biológica. Esta combina la conciencia con la tecnología, lo antiguo con lo moderno, lo espiritual con lo artificial y lo cósmico con lo cultural. Usando una metáfora, es un medio húmedo, que combina la sequedad de la tecnología con los líquidos de la vida. Un componente importante de este concepto es la cibercepción, una facultad emergente, que nos permite pensar más rápido, profundizar en la materia y en el espacio y hacer invisible lo visible. En otras palabras, la conciencia es redefinida y por ende la realidad se redefine. De hecho el cine ya explora estas ideas en películas como Matrix o DarkCity. ¿Qué es la realidad? Algo absoluto o es sólo lo que sentimos o creemos que sentimos. En otras palabras, estamos liberando la mente para que pueda buscar otros sustratos donde crecer.


Durante el siglo XX la filosofía se ha interesado en algunas ocasiones en la problemática de la técnica. Recordemos las reflexiones de Heidegger, por ejemplo. Pero sin duda ha sido desde la ética que ha tenido lugar los planteamientos más sugestivos. La tecnoética es la especialidad de la ética que se ocupa de las implicaciones morales de las aplicaciones de la técnica. En los últimos años, la ética ha experimentado un giro muy interesante hacia lo que se ha dado en denominar "ética aplicada". Así, han surgido áreas de investigación como la ética de la ciencia y de la técnica: ética de la biología o bioética, ética de la salud, ética de la computación, ética de los negocios, ética de la comunicación, etc. Sin duda alguna, muchos de estos campos de investigación han aparecido como consecuencia de los avances tecnológicos y de los cambios sociales (por ejemplo, el descubrimiento del genoma humano, el uso de embriones para la producción de células madre, la rápida difusión de la informática y de Internet com. herramientas de comunicación y de almacenamiento de datos, el auge de los medios de comunicación de masas y su conversión en negocio millonarios, etc.). Una aplicación ética directamente relacionada con la ética de la técnica es la ética medioambiental y también la reflexión ética sobre los derechos de los animales (por ejemplo, la polémica sobre experimentación con animales de laboratorio).
Ser un “tecnólogo” hoy en día implica un reto y un compromiso verdaderamente grandes. Esto es debido al papel relevante que cumple este personaje en la sociedad actual. Se tratará de realizar un desgloce de las características más relevantes de su perfil. 
El tecnólogo, como su propio nombre lo indica, es el hombre que materializa los conocimientos científicos a través de sus productos y los pone al alcance de la sociedad. Es un promotor de los avances de la ciencia, difundiendo, sugiriendo, implementando o creando nuevas tecnologías a fin de mantener la eficiencia de la producción de bienes y servicios que mejoren la calidad de vida de todos los seres humanos y del medio ambiente.
Es un ente con visión de futuro y de reflexión, crítica, sensibilidad y percepción de las necesidades y problemas que surgen y que atentan contra el avance saludable y positivo de la raza humana. Por ello es un profesional, comprometido con la sociedad y su promoción, destinado al manejo de procedimientos y equipos altamente sofisticados para lograr ese fin y con una mentalidad abierta que le ayude a afrontar sin mayores traumas o esfuerzos los constantes devenires de la evolución científica y tecnológica.
Ante todo, un tecnólogo debe ser un humanista. Una persona con valores morales y éticos muy bien fundamentados, puesto que sus productos impactan de manera considerable el orden social, económico, cultural y hasta político del mundo. Y es en este ámbito, el de la moral y ética, en que se debe hacer hincapié. 
El tecnólogo es un agente moral aun cuando sus decisiones y actos sean tachados de inmorales por aquellos que son perjudicados por estos. Y, como es bien sabido, el tecnólogo puede hacer daño, sea poniendo buena tecnología al servicio de malas metas, sea empleando tecnología inherentemente perversa. En ello reside su poder. Y es por ello que muchos estudiosos, notables, hombres de ciencia y filósofos como Mario Bunge apunta en dirección de formular o crear la tecnoética , partiendo de una teoría de valores que permita sopesar medios y fines, así como concebir las normas morales a imagen y semejanza de las normas tecnológicas. .
"Si el científico como tal formula juicios de valor, el técnico va más allá: a veces formula, qua técnico, juicios éticos. La tecnología, al ocuparse en satisfacer requerimientos individuales y sociales no teóricos, construye un puente entre el campo del conocimiento y el de la evaluación" (Mario Bunge)
El tecnólogo se convierte así, y en un camino de ida y vuelta, en puente de conexión entre el conocimiento generado y el individuo (usuario) que lo requiere, por su conocimiento del mundo y por estar en disposición de manejar con pericia las herramientas que le brindan las infraestructuras tecnológicas.
Según Mario Bunge, en la sociedad tecnológica actual el sujeto es responsable ante sí mismo y ante la humanidad, y no sólo ante los que financian sus prácticas o diseños. Este sujeto tiene el deber añadido, en virtud de su profesión y de los riesgos derivables, de reflexionar sobre los problemas morales.


http://www.buenastareas.com/ensayos/Tecnoetica/731057.html
http://www.dcc.uchile.cl/~rbaeza/inf/arte.html

”La destrucción y la muerte, sea bajo tal o cual pretexto, no se pueden cantar ni mucho menos glorificar”…